Las vacaciones

Niños en la playa. Joaquín Sorolla, 1910.

Estando a las puertas del verano, cuando las familias disponen de más tiempo en común, el descanso se impone al trabajo y al estudio, a las actividades cotidianas que, de manera obligatoria, hemos de hacer durante los meses previos. De igual manera que Nuestro Señor llevó a sus discípulos a un «lugar tranquilo» para descansar y reponer fuerzas, nosotros hemos de saber aprovechar estos días que Dios nos regala. «Puede y debe ser tiempo para rezar más, un momento de paz que le permite a los cristianos disfrutar la alegría de su relación con Jesús y encontrar nueva fuerza para extender amor a otros», nos dice el papa Francisco.

Las vacaciones brindan también la oportunidad para reunirse con familiares y amigos y por tanto fomentar más las relaciones, pues los compromisos durante el año impide a veces cultivarlas como sería deseable. Desgraciadamente, son muchos los que por distintas situaciones vitales no pueden disfrutar de estos días de descanso: aquellos que viven solos, los ancianos y los enfermos y, de plena actualidad, aquellos sometidos a guerras o a situaciones de pobreza extrema. Por todos ellos sentimos cercanía espiritual, y pedimos para que a ninguno les falte el apoyo y el consuelo de personas amigas.

También el Papa Benedicto XVI nos sugiere que «el tiempo de vacaciones es una magnífica ocasión para encuentros culturales, para largos momentos de oración y contemplación en contacto con la naturaleza o en monasterios y centros religiosos. Al disponer de más tiempo libre, nos podemos dedicar con mayor facilidad a hablar con Dios, a meditar en la sagrada Escritura y a leer algún libro útil y formativo. La fiel participación en la celebración eucarística dominical ayuda a sentirse parte viva de la comunidad eclesial, también cuando se está fuera de la propia parroquia. Dondequiera que nos encontremos, siempre necesitamos alimentarnos de la Eucaristía».

Por nuestra parte, las vacaciones nos servirán para nuestros apostolados estivales: campamentos, cursos de estudio, vacaciones con universitarios y especialmente, en este verano de 2022, para la celebración de nuestro Capítulo General Ordinario, en el que entre otras decisiones y trabajos, será elegido el nuevo Superior General. Conscientes de la importancia de este nuevo paso en nuestra breve historia, les pedimos sus oraciones para que sepamos dejarnos llevar por el Espíritu, en obediencia, docilidad y caridad.

Oramos por ellos

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