Mi único deseo es amarte
Te amo, oh mi Dios.
Mi único deseo es amarte
hasta el último suspiro de mi vida.
Te amo, oh infinitamente amoroso Dios,
y prefiero morir amándote
que vivir un instante sin amarte.
Te amo, Señor, y la única gracia que te pido
es la de amarte eternamente.
Oh mi Dios, si mi lengua no puede decir
cada instante que te amo,
quiero que mi corazón lo repita cada vez que respiro.
Te amo, oh mi Dios Salvador,
porque has sido crucificado por mí,
y me tienes aquí crucificado contigo.
Dios mío, dame la gracia de morir amándote
y sabiendo que te amo.
San Juan María Vianney, Santo Cura de Ars
Publicado en: Oraciones con espíritu, VVAA, Ed. Fundación Maior, 2020 p. 28.