Donde quiera que vaya, allí estás tú.
Donde quiera que me detenga, allí estás tú.
Solo tú, aún tú, siempre tú…
En el cielo, tú. En la tierra, tú.
Arriba, tú. Abajo, tú.
A dondequiera que me dirijo
y en todas las cosas que admiro,
allí estás tú, solo tú, aún tú, siempre tú.
San Juan Pablo II, citando un pensamiento de la tradición judía Chassidim
Publicado en: Oraciones con espíritu, VVAA, Ed. Fundación Maior, 2020 pp. 31-32